Sobre la actividad y la ética
No hay nada mas gratificante que madrugar, en muchas ocasiones ver amanecer y contemplar a los señores del bosque, tenemos una gran suerte en este país, se trata del único país de Europa donde sin cebar y sin hides, se puede observar Osos salvajes en libertad interactuar tranquilamente en su medio durante horas, días y meses.
La Observación de Fauna salvaje es algo muy delicado tratándose de especies protegidas, criticas o de interés, como es el caso especialmente del Lobo, que no dudamos en suspender, anular la actividad con antelación de la temporada cuando comprobamos que han criado las lobas en zonas vulnerables, de fácil reconocimiento y accesibilidad, zonas remotas calientes en daños, donde esta el ambiente local caldeado.
Respecto a los clientes, nosotro tenemos un buen filtro y los seleccionamos cuidadosamente para así neutralizar al máximo si cabe futuras molestias que podrían causar en incursiones solitarias sin un guía especializado. Principalmente queremos gente de lejos respecto al Lobo.
También Sabemos que podrían colarse personas enviadas por colectivos locales rurales anti Lobo y Oso, para descubrir posiciones.
También cuidamos que no contraten nuestros servicios gente que trafica con información de posiciones de fauna a cambio de otra para freírles a fotos y videos a muy poca distancia, suelen correr la voz a varias personas sin mucha experiencia y montar el típico rastrillo molesto sin cuidado alguno, hambrientos de la fotaza para colgarla en las redes sociales, desplazarían hacia peligros a la fauna, en muchas ocasiones criando. No todos saben hacer las cosas bien.
Sabemos que mucha gente esta en contra de llevar a personas a los lugares donde se encuentra la fauna, pero esta mas que comprobado que donde estamos nosotros no actúan los furtivos, por que no quieren gente camuflada con objetivos de gran zoom como testigos, que puedan alertar a las autoridades en el acto de su mal hacer, pues ejercemos un cuidado y vigilancia constante, en cambio donde no estamos ya sabemos lo que pasará, o lo que ya pasó antes de llegar nosotros.